sábado, 24 de agosto de 2024

Cuento 2. Hermanos sin sangre. Octavo Capítulo.


CUENTO  2

HERMANOS SIN SANGRE

OCTAVO CAPÍTULO 


Otro de mis hermanos me convenció para que le enviara un Poder y así poder recuperar  todos los ahorros que mis hermanos saquearon a sus cuentas bancarias, a fin de hacer la repartición con todos como correspondería.  Yo accedí sin imaginar que esa acción iría en contra de mis propios intereses pues en 2 años que duró el litigio me engañó haciéndome creer que me beneficiaría pero la realidad resultó ser otra.  Él estaba sólo protegiendo su cuota de la herencia y terminó por proponerme una solución inaceptable desde todo punto de vista, para que le entregara parte de mi herencia a cambio de recibir mi cuota en el menor tiempo.  

Me sentí usada y manipulada sin alcanzar a comprender qué obscuras artimañas estaba usando para hacerme sentir como una ladrona que tiene que devolver su parte de la herencia, mientras los verdaderos ladrones eran perdonados por su apropiación indebida y se carcajeaban de haberse salido con la suya.  Actualmente no nos tratamos y por ese lado ya este hermano también se perdió.

Ya ven ustedes mis queridos lectores que en esta vida no vale de nada la consanguinidad, porque eso no une, lo que verdaderamente hace la unión es el respeto mutuo, los buenos sentimientos y el acuerdo para decidir juntos cómo beneficiar al hermano más desprotegido. Esa si es una familia y no la que yo tengo porque están tratando de hundirme y despojarme de lo que por ley me corresponde, para beneficiar al hermano más sinvergüenza, quien esos 7 años ha vivido en ese apartamento que era para todos, metiendo gente indeseable, sin hacerle mantenimiento y para completar el desastre sin pagar las cuotas del condominio, que mes a mes se acumuló para generar una enorme deuda, que espero que la pague para vender esa herencia que nos dejaron nuestros padres y que aún no se ha podido vender ni repartir.

Éste Cuento parece un cuento de horror, pero es sólo un cuento de familia disgregada y disfuncional, donde los lazos familiares se rompieron, donde uno y otro se amenazan y descargan todo su veneno por una herencia que si sigue alargándose su venta y partición, no podremos disfrutarla por la avanzada edad que ya tenemos todos.

Ahora estando al final de mi vida, no sé lo que me pueda quedar aún, pero de algo si estoy segura que no quiero volverlos a ver a estos hermanos sin sangre, y que lamento que mis padres ahora fallecidos me hayan dejado la peor herencia: malos hermanos.

FIN

CUENTO 2. Hermanos Sin Sangre. Séptimo Capítulo.

CUENTO   2

HERMANOS SIN SANGRE 

SÉPTIMO  CAPÍTULO 


Después de la muerte de mi padre otra vez las 3 malvadas protagonizaron un show terrible y dantesco dentro de la morgue donde fue llevado, gritándo a mi hermano menor responsable de la atención a mi padre luego que me encarcelaron: asesino, asesino!! y exigiendo al personal médico que le hicieran una autopsia. Mi pobre padre fue sometido a una inspección donde le desfiguraron su rostro para examinarle el cerebro.  Eso me aterró aunque ya estaba muerto pero de nada sirvió (porque yo también dudaba de mi hermano, que no le dio la atención adecuada por su inexperiencia y negligencia), el parte médico indicó paro cardíaco masivo y todo quedó de ese tamaño, pero siempre he dicho que la conciencia le remorderá el resto de su vida si le ocasionó su muerte.

A la hermana maléfica también le culpo de la muerte de mi padre, porque después de la muerte de él me puse a recoger todos los medicamentos y me di cuenta que había estado suministrándole jarabes contraindicados para la diabetes que padecía. 

Mi hermano mayor me dio la espalda a pesar de que lo había ayudado a recuperar las cuentas de ahorro de mi padre, de las cuales se hizo administrador, beneficiándose con ése dinero él y mi hermano menor que día a día le pedía "préstamos" que nunca pagó, mermando así los ahorros de mi pobre padre que legalmente eran herencia para sus 5 hijos.

Debido a la premura que salí de Venezuela dejando muchos asuntos personales sin atender, tuve que hacer un viaje para solucionar problemas y organizar todo para regresar a Ecuador donde pensaba fijar mi residencia junto a mi hermano menor en el apartamento de mis padres.  Antes de partir él y yo habíamos repartido los muebles que usaríamos cada uno en su habitación.  Yo cumplí con dejarle lo que él me pidió pero cuando regresé me encontré con mi habitación saqueada, sin muebles, sin cama y para completar había metido en el apartamento a su hija y su novia de turno. 

Todo lo tenían maléficamente calculado y aprovechando mi ausencia vendieron mis muebles del dormitorio que yo usaría mientras se preparaba el departamento para la venta.  Me tocó dormir una semana en el suelo mientras éste hermano vil y perverso se encerraba con las dos víboras a reírse de mi desgracia.  Como es lógico suponer yo no aguanté esa terrible situación, hice mis maletas y me largué de ése ambiente hostil y asqueroso.  

En la actualidad han pasado 7 años desde la muerte de mis padres y ni siquiera hay alguna seguridad de que pueda obtener mi herencia. Esa maldita herencia que nos ha separado por siempre convirtiéndonos a todos en enemigos.

Todos estos actos en mi contra fueron apoyados por mi hermano mayor quien un día me miró con odio y me dijo textualmente "te voy a desprestigiar con toda la familia para que nadie te trate" y seguramente lo hizo porque no me llamaron nunca más la familia que yo pensé que aún me quedaba.  Y el señor es economista, quien también probó los rigores de la cárcel cuando su segunda mujer lo denunció por no cumplir con la pensión alimenticia de los 2 hijos que tuvo con ella. Además mantiene un litigio con su primera mujer para quitarle la casa donde viven sus hijos y nietos para quienes solamente tiene odio en su corazón.

Y allí no termina éste litigio familiar porque mis padres fueron despojados de todos sus ahorros de parte de 3 de sus hijos.  Actualmente me quieren cobrar los artefactos eléctricos propiedad de mis padres, que ellos mismos estuvieron de acuerdo en que los tomara. Los ladrones serán absueltos y los honrados serán castigados y sentenciados.   ¡Qué desastre de familia!!

CONTINUARÁ...

CUENTO 2. Hermanos sin sangre. Sexto Capítulo.

 CUENTO   2

HERMANOS SIN SANGRE 

SEXTO  CAPÍTULO 


Busqué el refugio de mi hijo que ya vivía en Ecuador junto a la familia de mi nuera para terminar de pasar los días que restaban de mi corta estadía allá.  No habría pasado todavía una semana cuando mi padre me llamó por teléfono y lo que me dijo me partió el alma, lloraba como un niño pidiéndome que volviera, que mi hermana que había quedado al cuidado de él se había marchado en malos términos.

Yo me puse en marcha enseguida porque el estaba convaleciente de una reciente operación y la malvada lo había dejado solo, un anciano de 93 años.  Al llegar me enteré por los vecinos que mi padre les había exigido que me reciban otra vez o que se fueran.  Prefirieron irse y yo regresé encontrándole peor de lo que le había dejado.

Por fuentes fidedignas me contaron que esos días que mi padre permaneció con esas malignas, recibió malos tratos, insultos, improperios y hasta golpes de parte de una de sus nietas.  Supongo que mi padre al recibir esa falta de respeto y maltrato  las sacaría del hogar. Se fueron dejándole solo, enfermo, convaleciente y viudo reciente.

Procedí a hospitalizarle urgentemente, permaneció un poco más de un mes, le dieron de alta sin hacer nada por mejorar su salud, dijeron que eran reglas del hospital no dejar a enfermos más de un mes porque otras personas necesitaban la habitación.  Lo llevé nuevamente a su apartamento, le atendí como sólo una hija devota y de buenos sentimientos debe hacerlo.

Pero el destino nos tenía deparada otra desgracia más dolorosa.  Una noche cuando ya nos retiramos a dormir porque era muy tarde, casi las 12 de la noche, llegaron personas religiosas a darle a mi padre la extremaunción, yo no entendía porqué si yo no lo veía tan grave,  aún así acepté recibirlos.  Le administraron los santos óleos, aunque yo tenía fé en su recuperación.

Después de unos días salí para hacer averiguaciones sobre mi situación legal por la denuncia puesta por la malvada hermana. Nunca me olvidaré de ese día, le abracé le di un beso y me despedí diciéndole que no me demoraría.  Al entrar en el juzgado buscando a mi abogaducha a quien le guardo un hondo rencor, ésta mujer se escondió, me ignoró y se corrió la voz que yo estaba allí.   Cansada de esperarla, me dispuse a marcharme, cuando me sorprendí que 2 policías me cortaran el paso diciéndome que no podía irme porque estaba arrestada debido a un fallo de la corte que me daban 10 días de prisión por una pelea intrafamiliar.  Allí me di cuenta que todo había sido una confabulación para meterme presa.

Empecé a llorar, les suplicaba que tenía mi padre muy grave y que solamente me tenía a mí para cuidarle.  No valieron todas mis súplicas, me llevaron a prisión donde pasé los peores 10 días de mi vida, en los cuales iba a sufrir el mayor dolor cuando me dijeron que mi padre murió a los 3 días de haberlo dejado, sin saber adónde estaba y el porqué de mi abandono.  Ése beso que le di a mi amado padre fue el último, ya que tampoco pude asistir a su sepelio.

Me arrepiento enormemente no haberle dicho a mi padre que su malvada hija me acusó injustamente para mandarme presa, ya que él fue el único testigo de lo que ellas me hicieron.  Pero debido a la gravedad de su convalecencia de la operación de la próstata y de los erróneos tratamientos que le estaban dando en su medicación, me abstuve para no darle un golpe brutal más.  Él sí hubiera evitado con su declaración que yo ganara la demanda y que las verdaderas culpables cayeran en las garras de una mísera prisión, merecidamente. 

CONTINUARÁ...


CUENTO 2. Hermanos sin Sangre. Quinto Capítulo.

CUENTO  2

HERMANOS  SIN  SANGRE

QUINTO  CAPÍTULO 


Y llegó el día que salieron a relucir la violencia y crueldad de la infame hermana y una de sus hijas.  Después de haber pasado una mala noche, debido a que mi padre aún estaba con una sonda, y viendo que ellas que dormían más cerca de su habitación no lo atendían, me levanté oyendo sus lamentos de dolor y me percaté que tenía la sonda llena de orina a punto de estallar.

A la mañana siguiente ellas quisieron minimizar el episodio y solamente lo llevamos al hospital, le cambiaron la sonda y le dijeron que cualquier descuido significaba severas infecciones que en él que ya tenía 93 años eran graves y posiblemente fatales.  Al oír ésto tomé la decisión de quedarme en el que fuera hogar de mis padres pues aunque fueran sólo por 20 días estaba dispuesta a atenderlo día y noche, a cualquier hora, pues si ya no tenía madre rogaba a Dios que no me quitara mi padre. 

Después que almorzamos me dispuse ir a hablar con mi padre y cuál no sería mi sorpresa que esas diabólicas se encontraban agazapadas atrás de la puerta, cual depredador tras su presa, saltando ambas violentamente sobre mí, cortándome el paso para que no lo viera.

En ese momento me sujetaron, me aruñaron y me daban golpes, naturalmente me defendí y veo que mi padre se levanta al oir la trifulca, se sorprendió angustiado sin saber qué hacer mientras nosotras continuábamos ensartadas en la desigual pelea porque ellas eran dos y yo sola me defendí como pude.

Cuando logré soltarme me dirigí a otra habitación,  allí me siguió esta hermana cruel me dió un puñetazo en la cara y me propinó 2 golpes fuertes con el bastón de metal de mi padre. En ese momento quería matarlas pero mi sano juicio me frenó. Mientras tanto las dos demonias ya estaban llamando a la policía, tomándose fotos y grabándome para acusarme de violenta y agresiva.

Que Dios sea mi testigo porque yo puedo reaccionar con coraje y soltar por mi boca muchos insultos, pero jamás las ataqué físicamente y ellas sí lo hicieron.  Yo me defendí con naturalidad ante las crueles agresiones.

Al llegar la policía yo tenía sobre mi cara un trozo de carne para evitar el hematoma y mi padre lloraba y se desesperaba al vernos sangrando y oyendo que su propia hija y nietas me llamaran hija de p... Me ofendieron tanto que  hasta hoy que ya han pasado algunos años, los daños físicos no representan nada comparados con el daño psicológico que me ocasionó al ver que tres personas de mi propia familia - y debo aclarar dos de ellas psicólogas - me echaran del hogar de mis padres, me agredieran cruelmente y me avergonzaran delante de todos los habitantes de ese edificio sin ningún motivo.

Dentro de mi me hacia mil preguntas: porqué me odian tanto? porqué mi padre no saca la cara por mi? qué están tramando estas perversas?  Además ése no era su departamento y cualquiera de sus cinco hijos teníamos derecho a quedarnos, consolarlo y cuidarlo.

Mi padre para evitar más enfrentamientos me pidió que me fuera, en ese momento una de mis sobrinas ya me había puesto las maletas en la calle. Con lágrimas en los ojos y muy dolida le dije que no le perdonaba que él siendo mi padre me echara de su hogar y que no regresaría ni volvería a verlo. En ese momento llegó la otra sobrina endemoniada quien quiso atacarme con violencia y un policía se lo impidió.

Yo estaba tan dolida más por sus miradas de odio y sus agresiones verbales que por los golpes que me habían propinado. Pero cuándo me iba a imaginar que estas tres mujeres malvadas ya estaban denunciándome y ya habían hecho un vídeo donde yo estaba muy alterada para así demostrar que yo era la agresiva.

En el próximo capítulo mis lectores se quedarán atónitos ante los acontecimientos que desataron peores represalias contra la precaria salud de mi anciano padre  y el inminente corto camino hacia su sorpresiva muerte y mi encarcelamiento. 

CONTINUARÁ...

CUENTO 2. Hermanos sin sangre. Cuarto Capítulo.

 CUENTO   2

HERMANOS  SIN  SANGRE

CUARTO  CAPÍTULO 


《Éste nuevo Capítulo del Cuento 2 es la continuación de los 3 anteriores capítulos ya publicados en el mes de febrero del año 2020》


La noticia de la muerte de mi madre me sorprendió porque no tenía ninguna enfermedad grave ni terminal aparte del Alzheimer que nubló su memoria, tanto así que la última vez que yo hablé con ella no me reconoció.  Pero esa enfermedad mental de ella sí fue conveniente para la malvada de mi hermana, quien junto con sus dos maléficas hijas se aprovechó de su dolencia para robarle sus cuentas bancarias y tratarla cruelmente sus últimos años.

Nada más al llegar empezaron los problemas y discusiones, ya que las 3 maléficas se habían instalado en el departamento de mis padres y no querían que me quedara a consolar a mi padre  quien por cierto estaba recién operado de la próstata y se encontraba en deplorables condiciones de salud.

"Qué extraño pensé"', ¿porqué se toma atribuciones para querer desalojarme de una vivienda que no es suya, sin tener intenciones de quedarme, ni pretender ninguna acción que pudiera perjudicar a mis padre?

Pero uno tiene la cabeza para pensar y empecé a sospechar no sólo de ella sino de mis otros hermanos.  El rencor y odio hacia mí se remontaba 4 años atrás cuando me llegó un mensaje de mi hermano menor proponiéndome que fuera a cuidar a mi madre que ya tenía la enfermedad del Alzheimer en etapa avanzada.

Rechazé la propuesta no por mala hija sino por precaución y para evitar mayores conflictos a la relación inestable que ambas teníamos.  Antes de su enfermedad viví con mis padres y en el transcurso de 2 años ella me sacó 6 veces de su apartamento.   Mi padre nunca se puso de mi lado acatando las acciones arbitrarias de mi madre.  

Cuando yo rechazé ir a atenderla temí que la enfermedad la pusiera más violenta hacia mí por los anteriores sucesos, además tenía un episodio de un pre-infarto.  No quise complicar más su carácter belicoso y que después me culparan de provocarle un infarto porque no lográbamos llevarnos bien.

Mi negativa encendió la cólera de mis hermanos y supongo que entre ellos desde ese momento se propusieron dejarme sin herencia para hacerme pagar mi falta de solidaridad con nuestra progenitora. 

Nunca entenderé porqué me llamaron precisamente a mí para atenderla, yo era la que no estaba allá.   Ellos eran 4 y ninguno quería hacerse cargo de sus cuidados que por cierto ameritaba internarla en un Centro especializado para enfermos de Alzheimer, y a pesar de tener un hijo médico no fue ingresada donde debía estar.

Mis fieles lectores todavía no se terminaban mis penurias, más adelante vendría lo peor. Quédense  para contarles cómo llegué a la cárcel por las acciones violentas y crueles de mi hermana y sus diabólicas hijas las cuales me masacraron, me echaron de la casa de mis padres y no contentas con éso me denunciaron para encerrarme por 10 días en una prisión ecuatoriana donde tuve que convivir con asesinas y criminales. 

CONTINUARÁ...

DEFINICIÓN DE RAPSODA, DECLAMADOR Y RECITADOR.

RAPSODA: Recitador de Versos que en la Grecia antigua cantaba poemas homéricos u otras poesías épicas.   Poeta, Trovador, Juglar, Liróforo, ...