Cuento 3. Octava Parte.

Día 3. El día empezó muy temprano ya que se construirían las viviendas espaciales para toda la población.  Sin discriminación de profesión, raza, edad o religión.  Todos tendrían una vivienda de acuerdo a sus necesidades, ya que una familia de ancianos no necesita espacios muy grandes, ni escaleras, sino jardines donde puedan caminar, sembrar un huerto o simplemente retozar con sus nietos.

Una familia  numerosa necesitaba más espacio que una familia corta, pero sin obviar las comodidades y confort de una vivienda espacial.

Estas viviendas son llamadas espaciales porque cada vivienda parecía flotar en el espacio pero en realidad formaban anillos como los del planeta Saturno entrelazados entre sí, los cuales como eran redondos y amplios daban a las viviendas espacio, claridad y belleza.

Además contaban con protectores anti-sísmicos y anti-diluvianos.  Así que no solo pensaron los turmalinos en ambientes confortables sino en la seguridad de sus ocupantes.

Las nuevas construcciones daban a la ciudad una vista futurista, irreal y grandiosa.  Los cambios expresaban progreso para toda la población y felicidad para trabajar unidos por un futuro mejor para las nuevas generaciones.  (Continuará)...

Cuento 3. Séptima Parte.

Día 2. Este día dedicaron exclusivamente para cambiar la extracción de los yacimientos de petróleo.  Esas grandes estructuras pesadas contaminando nuestra tierra, no existirían más. En su lugar introducirían grandes jeringas transparentes que paulatinamente y por tiempo determinado  extrajeran el petróleo hacia tuberías subterráneas a fin de dejar la tierra libre de contaminación.

Eran artefactos surreales, algo nunca visto en nuestro planeta Tierra pero común y familiar en el planeta dorado de los turmalinos.

Todo el sistema de extracción de los yacimientos de petróleo estaban bajo tierra, sólo se veía en la superficie terrestre las grandes jeringas que parecían enormes botellas de vidrio sembradas a ras de tierra, conteniendo el líquido verdoso y espeso del petróleo.

Las torres de perforación estaban ubicadas fuera de los pueblos para no contaminar el aire con los gases que habitualmente se queman en ese proceso.

Estos seres no sólo pensaban en generar riqueza con los recursos que poseíamos, sino que cuidaban el aire que respirábamos, el medio ambiente que nos rodeaba y ante todo la salud de sus habitantes.

Por el contrario nuestros codiciosos gobiernos sólo piensan en enriquecerse unos pocos a costa de la pobreza y sufrimiento del pueblo.

Al finalizar el día el sistema estaba en marcha y la gente dormía plácidamente en sus hogares seguros de que al día siguiente tendríamos sorpresas gratas e inesperadas. (Continuará)...