La verdad de una infamia. (2)
Tuve problemas para pasar la frontera por Colombia debido a que ignoraba los nuevos horarios para cruzar hasta Cúcuta donde tomaría el vuelo hacia Quito. Al perder el vuelo no pude llegar al funeral de mi madre y a la siguiente semana sí viajé para consolar a mi padre viudo, iba sólo por 20 días que era el tiempo que la línea aérea me concedía. Al llegar al departamento donde vivían solos mis padres me encuentro que mi hermana y sus dos hijas ya estaban mudadas allí, pero lo que no sabía era la trama diabólica y cruel que éstas tres infames mujeres estaban tejiendo tal como lo hacen las arañas venenosas. Me recibieron bien pero al caer la noche mi hermana con cierta autoridad me dice que no puedo quedarme allí y que regrese sólo de visita a ver a mi padre. No quise hacer problemas a pesar de su arbitrariedad y me fui, pero Dios sabe dirigir nuestro destino y así fue que tuve que regresar al departamento porque ya tenía 4 años que no iba a Quito y no logré tomar...