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Mostrando las entradas de agosto 1, 2020

Cuento 7. Mis 10 días en prisión. Cuarta Parte.

A cuestas con mi dolor por la muerte de mi padre y sintiéndome peor día a día rodeada de gente indeseable en condiciones deplorables, pedí a la Directora del Centro que me permitieran salir al funeral de mi padre y otra vez primó el negociado que tienen las Instituciones Públicas en Ecuador ya que volvieron a pedir 150 dólares para permitirme cumplir con mi deber de hija.  Como nadie me ayudó a pagar esa imposición no pude darle a mi padre el último adiós. Los días siguientes fueron para mí más tristes, ninguno de mis hermanos me visitó en la prisión.  Las filas para recoger la comida eran preferenciales, iban primero las reclusas a las cuales les habían dado autoridad dentro del Centro y las últimas recibían  las sobras de lo que quedaba.  Para lavar la ropa había que madrugar para ganar una piedra pues cuando abrían las puertas salían en estampida éstas mujeres peleadoras y sin educación. Siempre me mantuve con bajo perfil porque si sabían que tenía títulos univers...

Cuento 7. Mis diez días en prisión. Tercera Parte.

Después de la humillación de la prueba de embarazo me llevaron a ese horrendo lugar donde continuaron con su papeleo obligándole a mi hijo pagar los 150 dólares antes de ingresarme.     Me retuvieron 3 horas más en esa noche fría, sin abrigo y sin comida, decidiendo indecisos si retenerme en ese centro corrupto o enviarme a la peor cárcel de la serranía ecuatoriana ubicada en Ibarra, hasta que por fin a las 11 de la noche  me ingresaron a una gran sala llena de mujeres y niños hacinados donde una celadora me tiró una colchoneta para que durmiera en el suelo porque todas las literas estaban ocupadas y según  las reglas no me darían una hasta que alguna de las reclusas haya cumplido su sentencia. La Convivencia: Al día siguiente después de haber dormido mal, angustiada cómo estaría mi padre, empezó para mí una traumatizante convivencia con toda clase de mujeres con comportamientos repugnantes.  En esta sala las mismas celadoras escogen a una de las presas con más ...

Cuento 7. Mis diez días en prisión. Segunda Parte.

Había dejado a mi padre enfermo con una sobrina mientras iba a averiguar e informarme si podía encontrar una solución para seguir atendiendo a mi padre porque mis otros hermanos dejaron sobre mis hombros esa gran responsabilidad. A las 3 de la tarde luego de buscar a la abogada en el Juzgado, me di cuenta a mi pesar que pasaba algo raro, las empleadas en las ventanillas cuchicheaban entre sí y cuando ella no apareció me iba retirando cuando un policía me tomó del brazo abruptamente y me anunció que quedaba arrestada por el fallo de la Jueza y que tenía que cumplir la sentencia de 10 días en prisión. Me llevaron a una oficina donde me permitieron hacer una llamada para que me llevaran al Centro Penitenciario algo de ropa y que la persona responsable de mí debía cancelar 150 dólares por los 10 días que el Estado me daría hospedaje y comida. Hablé con mi hermano mayor con voz entrecortada y con lágrimas en los ojos pidiéndole que no le dijera a mi padre la verdad y que le inventara alguna...