Cuento 9. Séptimo Capítulo.
La decisión de mudarme a Barinas, mi antiguo hogar partió de mi frustración por mi enfermedad y mi mala situación económica. Los precios de los alquileres subían exorbitadamente y yo no podía permitir que mi ex-esposo siguiera viviendo allí cómodamente, mientras yo por guardar distancia y confrontaciones lo había evitado por años, y pasé por situaciones lamentables mudándome continuamente. Consideraba que tenía derecho a vivir en mi casa, la cual continúa en litigio por nuestro divorcio, pero él no quiso vender nunca para repartir el inmueble y tomar su camino cada quien como debe hacerse en un divorcio de gente civilizada. Ésta última mudanza me ha resultado traumática y dolorosa. En mi antiguo hogar encontré instalado al novio de mi hija como dueño de casa y por motivos de problemas familiares con mi hija, ella no estaba de acuerdo que yo me mudara allá nuevamente. Pero el que tiene derechos y autoridad debe mandar y hacerse respetar y yo llegué preparada...