EDITORIAL 29. EL ARTE DE VIVIR ARRIMADO.
EDITORIAL 29. EL ARTE DE VIVIR ARRIMADO. El título de mi Editorial de hoy es muy suspicaz, debido a los innumerables inconvenientes que ésto conlleva en el diario convivir con otras personas, sean éstas familiares nuestros o no. Lo propongo como un arte porque la convivencia para que pueda ser larga y armoniosa tiene mucho que ver con el respeto a las individualidades; tales como gustos, fobias, excentricidades y otras mañas propias de las personas sean hombres o mujeres. En primer lugar se deberá ser mudo, no sé repetirá lo que se ha oído, jamás se deberá criticar a nadie, ni hacerle confidencias de su vida a los demás. En segundo lugar, hacerse el ciego, ver sin ser visto, ver sin ser oído y ver sin ser reconocido. En tercer lugar, considerarse sordo, oír sin comentar, sin opinar, sin contrariar y sin censurar, sólo oír. Y en cuarto lugar el más importante: hacerse invisible, pasar desapercibido, no estorbar, ser ...