Cuento 9. Segundo Capítulo.
Quinta Mudanza: Después de salir del infiernillo de padres psicópatas de mi niño que tuve que dejar, me contrató una rusa para que atendiera su hijo de 14 años. Era una mujer extremadamente protectora con el niño y además maniática del orden y la limpieza. Un día tenía que entregar un documento personal y el muchacho se quedó sólo por una hora, ella se escandalizó porque me había ido sin avisarle y me echó sin contemplaciones. Sexta Mudanza: Ésta vez me mudé a una ciudad que se llama Acarigua a siete horas de la capital, para atender una pareja de ancianos que eran muy amables y cariñosos pero los hijos que manejaban sus finanzas eran tacaños y obstinados. Nunca estaban conformes y el pago mensual siempre llegaba tarde. El anciano tenía un cáncer en sus testículos y tenía que asearlo diariamente. El tumor que tenía era exageradamente grande y después de 4 meses no aguanté la repulsión que me producía y tuve que tomar mis maletas ésta vez a una c...