Cuento 3. Tercera Parte.
En las escuelas de mi pueblo también había mucha discriminación, más que todo con los hijos de los obreros y con los niños negros. Yo tenía amistad con una niña negra llamada Marilyn, la pobrecita estaba tan acoquinada por las malditas monjas que dirigían y enseñaban en la escuela, que un día se orinó en plena clase cuando la estaban atormentando, y todos los niños se reían y burlaban de ella, por lo contrario yo lloraba viéndola tan avergonzada, y apenas teníamos 7 u 8 años. Mi madre me prohibió la amistad con esta niña porque ella también era racista. Si los "turmalinos" hubieran dirigido nuestra escuela actualmente no tendríamos niños que luego al llegar a ser adultos con todo el lastre que cargábamos de nuestra niñez, creamos familias disfuncionales y problemáticas porque es inevitable que los atropellos y abusos de padres, educadores, y en general de la gente que convive con nosotros influya en nuestras actitudes futuras, moldeen tu carácter y tu comportamiento...