LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Desde tiempos inmemoriales el hombre como género masculino creó un dominio tanto para regir un país como para regir una familia. La mujer se sometió a esa potestad y a ese patriarcado, aunque en la Historia Universal hay excepciones como mujeres guerreras, inventoras, científicas, poetisas y madres de grandes personajes universales.
Pero el dominio no sólo se concentró en el aspecto psicológico sino que lamentablemente le siguió el maltrato físico que hoy en día ha llevado a la muerte a infinidad de mujeres y de hombres; ya que así como hay hombres abusivos y crueles, también hay mujeres dictadoras, maltratadoras y asesinas.
El libertinaje de la mujer, las preferencias sexuales y los cambios de sexo de ésta Era Moderna están incrementando la violencia doméstica y pública, y cuando me refiero a pública estoy hablando de violencia entre grupos sociales tales como la policía, los grupos ecológicos, los grupos religiosos y los grupos en defensa de homosexuales, lesbianas, transgénero, transexuales y transformistas.
Estamos viviendo un cambio drástico en el aspecto sexual donde están involucradas las familias y ésto afecta el comportamiento humano, porque no todos pensamos igual ni tenemos la misma actitud y reacción ante estos nuevos cambios.
Hay familias donde el padre se ha convertido en la madre y viceversa, donde los niños son criados por dos personas del mismo sexo, donde se empiezan a hacer cambio de sexo a temprana edad y éstos cambios han traído más violencia.
En realidad no hay una sola fórmula para sobrellevar éstas situaciones sino que hay muchas fórmulas:
*Cada persona debe adaptarse y convivir con éste nuevo grupo de personas que tienen otras visualizaciones sexuales, sociales y familiares.
*La violencia hay que erradicarla primero de nuestras mentes y después de nuestras acciones. Evitar el acoso, intimidación y maltrato físico y psicológico hacia nuestras parejas a fin de dar buen ejemplo dentro del hogar a nuestros hijos, porque como ellos observen nuestro trato así ellos tratarán a sus parejas cuando formen una familia.
*Si no es posible llegar a un acuerdo en cualquier discusión, lo mejor es cortar la querella y seguir nuestro camino.
*No meterse en la preferencia sexual de nadie, allí empieza la democracia: respetar para que te respeten y aceptar las opiniones ajenas sin juzgar su comportamiento.
*Educar a nuestros hijos con visión de futuro y no quedándonos en el pasado, porque si seguimos envenenando la mente de nuestros niños con tabúes de antaño y prohibiciones, entonces la cadena de prejuicios, racismo y discriminación no acabará nunca.
*Y por último y más importante: aceptar la opinión y sentimientos de nuestras parejas. El amor no es para siempre y los celos pueden matar. Retirarse a tiempo de la vida tóxica de una pareja puede salvarte y evitar más derramamiento de sangre.
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