Cuento 4. Tercera Parte.
El Parque de Chapultepec tiene hasta un Castillo dentro de su vasta área; y por supuesto, un sitio reservado para escuchar a los mariachis. Cuando paseaba por la Laguna de Xochimilco observando las vistosas "trajineras" -barcas con nombre incluido- conocí a un caballero muy elegante ya entrado en años que me había estado observando. Respetuosamente se presentó y me invitó a pasear por la Laguna escuchando a los mariachis. Como buen mexicano me sirvió de guía dentro del Parque hasta llegar al sitio más musical y alegre: La Plaza Garibaldi. Al berga en su enorme Complejo Turístico a Grupos de Mariachis, quienes complacen con sus canciones los gustos más exigentes, la gente escogía el grupo para terminar la fiesta dentro de las cantinas donde servían el famoso tequila de mezcal. Entramos en la cantina más antigua llamada El Salón Tenampa, donde los mariachis y las canciones eran una explosión de rancheras y corr...