EDITORIAL 24. LA CRUDA REALIDAD.

 EDITORIAL   24.

LA    CRUDA    REALIDAD. 

En la década de los ochenta se inició un fenómeno televisivo que iba a cambiar nuestras vidas, lo llamaron REALITY en Inglés que significa REALIDAD, y digo que iba a cambiar nuestras vidas porque ahora no sólo seguimos día a día la vida de los demás por entregas o temporadas por la televisión y las redes sociales,  sino que grabamos la nuestra para que todo el mundo se entere de nuestras habilidades, aptitudes y dones que Dios nos ha dado, aunque hay casos en donde la gente graba también sus ridiculeces y estupideces.

Hemos visto desde concursos, la vida de los cantantes noveles en casas diseñadas para que vivan en grupos, la vida de la gente pequeña, y hasta gente desnuda arriesgando su vida por un puñado de dólares.

Luego vinieron las Redes Sociales, Youtube, Tik Tok, Instagram, empresas millonarias que han abultado sus ganancias con vídeos caseros grabados por los mismos protagonistas en situaciones jocosas, ridículas, vergonzosas y hasta personas grabando su propia muerte.

Porque lo prohibido vende, lo terrorífico vende, y estamos dándole LIKE o ME GUSTA a casi todo lo que éstas empresas publican.

Personalmente hago poesías y he tratado de negociar con ésto y ha sido inútil, nadie me financia ni me paga por componer una poesía; por esa razón he optado por poner en mi blog toda mi creatividad intelectual y mostrarla al mundo sin esperar nada a cambio, o mejor dicho esperando un comentario constructivo de mis lectores que nunca llega.

Instruyamos a nuestros hijos para que no hagan el ridículo por unos "likes", para que no muestren sus cuerpos desnudos a cambio de unos cuantos dólares, para que no se graben haciendo pornografía y lo más grave de todo: para que no graben su muerte a través del Internet.

Y por último les cuento que el último vídeo que ví se trataba de hacer bromas pesadas entre amigos, donde algunos de ellos murieron por negligencia, vanidad y descuido.

En una palabra los "realitys" son un tremendo engaño para los televidentes, quienes creemos que los episodios que transmiten son la vida misma de las personas que hacen el reality, pero no es así, ellos también son engañados, son manipulados, dirigidos y guiados por un guión, exagerado y amañado para ganar rating o audiencia pública. 

Los verdaderos "realitys" los tenemos en nuestra vida, en la gente que nos rodea, en la comunidad a la que pertenecemos y en los grupos sociales que conforman nuestro mundo, por eso nunca mejor dicho que la REALIDAD supera la FICCIÓN.

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