ANECDOTARIO PERSONAL. DÉCIMA EMISIÓN.

 ANECDOTARIO    PERSONAL .

DÉCIMA    EMISIÓN .

ROSA, ROSA, TAN MARAVILLOSA...



Tenía la dulce edad de los 17, tiempos de ir a bailes y asistir a conciertos de los ídolos de mi juventud.  Ya había ido a ver a Raphael, Julio Iglesias, Chucho Avellanet, Leo Dan, Manuel López Ochoa y Los Ángeles Negros y me hacía ilusión ir al Concierto de Sandro de América, cantante argentino, y para mi suerte se me iba a hacer realidad ese sueño.

Nunca me imaginé que iba a asistir a su Concierto con mi padre que consiguió un contrato para llevar los instrumentos musicales de la Banda de Músicos Argentinos de Sandro,  desde Quito hasta Riobamba donde se realizaría el Concierto.

Ése día nos fuimos en la camioneta de mi papá muy temprano porque los instrumentos tenían que llegar antes de la hora señalada para el espectáculo que se presentaría en la Plaza de Toros.

Yo estaba súper emocionada ya que tenía uno de los mejores puestos para ver a Sandro.  Llegó la hora que anunciaban que ya había llegado y la gente se volvió loca, bueno en realidad éramos más mujeres que hombres, pero éstas chicas estaban desatadas, eufóricas y parecían animales salvajes en estampida.

Yo me dejé arrastrar y apenas le veía la cabeza de Sandro con el peculiar peinado que usaba.  No sé en qué momento Él llegó junto a mi o lo contrario,  no sé cómo yo llegué a su lado en esa montonera de chicas alocadas.  Nunca fui de esas jovencitas que deliraban ante sus ídolos que estaban de moda en ésa época, muchas hasta se desmayaban y les daba ataques de tanta emoción.

Mi reacción fue mirarlo de bien cerca y darle un abrazo.  La verdad es que estaba bien guapo y a pesar de tener muchas ganas de besarlo no lo hice.  La timidez de mis años adolescentes me frenaron pero yo ya estaba conforme habiéndolo abrazado.

Los chicos del show por fín lo liberaron de las garras de las gatas salvajes, yo me reía viendo tal descomunal desorden y algarabía.

Pude disfrutar de la presentación, cantando todas sus canciones que me las sabía de memoria, al final del Concierto también me dieron un afiche firmado por él, el cual puse en la cabecera de mi cama para soñar con Sandro cuando lo tuve en mis brazos.

MORALEJA: A veces los premios te llegan sin mucho esfuerzo ni desesperación, el azar te brinda satisfacciones como caídas del cielo.

♥️🎲♥️

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