EDITORIAL 19. EL TURISMO: UN PRIVILEGIO PARA LOS MÁS RICOS.

 EL  TURISMO:  UN PRIVILEGIO PARA LOS MÁS RICOS 

Hoy pasaron por televisión un programa alabando las bellezas naturales que posee Venezuela.  Un archipiélago llamado Los Roques, El Salto Ángel en el Parque Nacional Canaima, un paraíso selvático, La Isla de Margarita, etc.  Esos lugares turísticos que los venezolanos deberíamos ser los primeros en visitar, nos está negado, por los altos precios en dólares que hay que pagar para hacer un paseíto en nuestra propia tierra.

Allá van sólo los ricos, dueños de grandes lanchas y aquellos que tienen avionetas y abultadas cuentas financieras en paraísos fiscales.  Aquí en Venezuela apenas el 5% de la población está en capacidad de tomar unas vacaciones a los sitios turísticos y darse una escapada para visitar las bellezas naturales de este pobre país sudamericano.

El mismo drama lo viven los cubanos, dominicanos, guatemaltecos, mexicanos, y pare usted de contar, porque prácticamente tendríamos que nombrar a todos los países de América Latina, que sufren  el yugo de gobiernos comunistas, autoritarios, represores y corruptos.

Es posible que hayan leído por la prensa o hayan oído por televisión a nuestros políticos jactarse de lo mucho que hacen para atraer el turismo, pero eso no se lo cree nadie, porque el mismo sistema que ellos han impuesto, desagrada al turista de países extranjeros, porque nadie les garantiza seguridad, temen ser asaltados, estafados o secuestrados.

Lamentablemente esa es la cara que mostramos a los demás, no confían en la gente que vive aquí,  los servicios básicos están colapsados, las noticias que les llegan son destructivas y ciertas, por falta de gasolina no hay transporte y el escaso transporte que hay sólo quiere cobrar en dólares; y quién puede hacer turismo en condiciones de temor y desconfianza?.  Prefieren ir a lugares donde se les garantice como mínimo su seguridad personal.

La pandemia del coronavirus restringió la economía a nivel mundial y el sector turístico fue el más afectado, además se cerraron muchas empresas y hay demasiada gente sin trabajo, en esas condiciones no se puede hacer turismo.

Cuando vivía en Barcelona-España trabajando como cuidadora de ancianos, me encantaba revisar las ofertas de paquetes turísticos que les preparaban a los ancianos las agencias de viajes, para animarles a conocer sitios turísticos a muy bajo precio por su propio país o fuera de él, para llenar de felicidad los pocos años que les quedara por vivir.  Ésas si son alternativas de turismo para las personas de la tercera edad.  Así mismo se pueden hacer paquetes turísticos para recién casados, para estudiantes graduados, para vacaciones anuales de la gente trabajadora, a precios solidarios más para los propios que para los forasteros.

Todos los países tienen bellezas naturales que valen la pena promocionarlas y es obligación de los gobiernos crear la mayor excelencia en servicios básicos, transporte, seguridad y la mejor colaboración con el sector hotelero y de alimentación, para lograr un óptimo desarrollo en el turismo primero interno y después externo, a fin de lograr ingresos para el país y felicidad en su población. 

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