Editorial 13. Casos Paranormales.
CASOS PARANORMALES
Desde muy pequeña he sentido que tengo conexión con seres de otra dimensión. Tenía apenas 8 años, con mi familia vivíamos al lado del cementerio y a las personas que creemos en los fenómenos paranormales, nos imaginamos que en un recinto así pululan almas benditas y almas malditas. Una noche antes de acostarme ví a un gato que se transformó en un demonio, el cual se evaporó en la habitación justo cuando iba a lanzar un grito de terror. Como es de esperarse me espanté muchísimo pero no le conté a nadie de ésta horrible aparición. Supongo que alguna alma en pena estaba pagando sus culpas cuando el demonio se la llevó.
"Espero que ese acontecimiento no haya marcado mi destino, dándome una vida tan escabrosa que hasta el presente he tenido, mi buena suerte se fue de vacaciones y aún la sigo esperando".
He leído casos paranormales pero no voy a documentar algo que a mí no me haya sucedido. Solamente citaré casos que los viví realmente y considero que no tienen explicación.
En otra ocasión viví la recogida de los pasos de mi abuela materna, por lo tanto sí creo que cuando una persona muere recoge sus pasos por los lugares donde estuvo. Tenía como 12 años cuando mi abuela murió. Aquí voy a hacer un paréntesis sobre la reacción que tuvo mi madre cuando recibió el telegrama con la funesta noticia.
Como vivíamos en un pueblo pequeño, el señor que entregaba los telegramas era siempre el mismo, así que ya le había llevado antes malas noticias, y cuando recibió ésta última con lágrimas en los ojos le dijo: "ya no te quiero, siempre me traes malas noticias". Recuerdo éso ahora y me sonrío porque qué culpa tenía él?
Inmediatamente mis padres viajaron al sepelio de mi abuela y nos dejaron solos a los 5 hermanos. Estábamos en la cocina todos cuando de repente la puerta principal se abrió, entró un viento inexplicable y a los 5 minutos se cerró estrepitosamente. Eran como las 7 de la noche y allá en Ancón no corría viento a esa hora.
Otro caso que yo misma me quedé anonadada ocurrió en mis años fuera de mi hogar, cuando mi vida estaba a la deriva y eran tiempos difíciles para conseguir trabajo.
Un día una amiga me llevó donde un brujo dízque para que "me sacara la mala suerte", el brujo me examinó cuidadosamente y me fumó un gran tabaco dónde él decía que se veía la persona o las personas que me estaban haciendo algún "trabajo" para entorpecer mi existencia.
Justo cuando ya me iba me llama y me dice que yo serviría para la lectura del tabaco, que él me enseñaría lo que hiciera falta para ser su ayudante ya que tenía buena clientela y buenos ingresos. Yo accedí porque la necesidad "tiene cara de perro rabioso".
Así me inicié en un mundo de lecturas esotéricas y de "limpieza de espíritus", de personas que llevaban cargas internas y confiaban ciegamente que con unas velas encendidas y unos rezos sus problemas estarían resueltos.
Yo siempre imaginé que éstos brujos inventaban sus pronósticos y su ritual, pero cuando yo incursioné en éste "servicio espiritual" me di cuenta que cuando más ayudaba a los demás más me hundía yo y esas monedas ganadas apenas me servían para subsistir.
Tengo que afirmar que sí veía rostros, lugares y pistas para dar una lectura aceptable acertando en muchas ocasiones. El caso más sorprendente lo viví en la casa de una señora que no la conocía en absoluto. Era la primera vez que iba a hacerle una "limpia" a ella y a su hogar. Después de fumarle el tabaco, le dije que el motivo de su insomnio y sobresaltos nocturnos se debía a que tenía "algo extraño" en su habitación. Ella me hizo pasar al cuarto y me mostró un cajita donde guardaba las cenizas de su esposo fallecido. Le dije que sacara inmediatamente esa cajita y que la colocara en otro lugar.
Pienso que fue acertada la decisión de dejar ese mundo paranormal, ya que además de afectarme el humo del tabaco mis vías respiratorias porque carezco de amígdalas, estaba dirigiendo la mala vibra de éstas personas hacia mí.
Es positivo que la mala energía se pega, se contagia y contamina. No volveré a ahondarme en la vida obscura de personas que lejos de agradecerme el servicio prestado, contagiaron mi espíritu y mi buena energía.
Otra muestra de que existe la telepatía a través de los sueños me ocurrió en mi último viaje a mi tierra. Cuando falleció mi madre, mi hermana me contó que mi madre había fallecido en los brazos de ella sin darme explicación porqué ni cómo. Le dió al relato un cariz dramático haciendo creer a los demás lo buena hija que había sido.
Como la conozco lo falsa que siempre fue, una noche me concentré mentalmente pensando en mi mamá. Le rogué compungida que durante mi sueño me describiera cómo y porqué se había muerto. A la mañana siguiente admirablemente tenía claro el motivo.
En sueños la ví discutiendo con mi hermana y una de sus hijas, mi madre angustiada sube las escaleras del edificio donde vivían éstas mujeres maléficas, y al llegar al cuarto piso cayó fulminada dando bocanadas buscando aire porque se estaba ahogando. Murió sola por culpa de esa mala hija que la sacó de la seguridad de su hogar para llevarla al lugar inhóspito donde ella vive y el cual mi madre despreciaba.
Los seres que han pasado a otro nivel no mienten. Lo mismo quise hacer cuando falleció mi padre, ya que coincidencialmente no estuve presente ni en la muerte ni en el sepelio de ambos, pero mi papá no me dió la revelación de lo sucedido, no pierdo las esperanzas que algún día se aparezca en mis sueños para esclarecer mis dudas.
Y otra de mis experiencias paranormales la viví en la década de los años '90. Era una noche de diversión en las Ferias de la ciudad donde vivo, había música y cantantes y me quedé hasta muy tarde embelesada con las canciones y los bailes. Cuando quise tomar un autobús para irme hasta mi casa, ya éstos no estaban trabajando y era muy entrada la noche. Sin dinero para un taxi me decidí recorrer los 8 kilómetros a pie.
Me encaminé resignada y no percibí que una camioneta se estaba parando a mi lado. Miré al conductor, él me sonrió y amablemente me ofreció llevarme hasta mi casa. En el trayecto veníamos conversando, le pregunté su nombre y sorpresivamente me da el nombre de un novio que tuve en mi juventud. Le comenté eso y él se rió pero a mí se me pusieron los pelos de punta porque el parecido también era admirable.
Al llegar me dió la mano y yo le agradecí pero ya un poco asustada. Me bajé y él tenía que dar una vuelta para salir de esa calle, pero cuando esperé que pasará no pasó. Se había esfumado ante mis ojos. Mi novio de mi juventud me salvó en esos momentos de peligro y se me apareció en la camioneta que lamentablemente falleció.
Los casos paranormales existen y doy fe de ello, todo ésto me hace suponer que sí hay un mundo etéreo y misterioso en el más allá, donde iremos todos a vivir una nueva experiencia no terrenal.
💀😇💀
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