Editorial 5. El alcoholismo.

EL  ALCOHOLISMO

Este vicio más emocional que lúdico ha destrozado seres humanos y familias enteras y aún hoy en nuestros días no es prohibida su venta ya que hasta los Supermercados exhiben y  venden bebidas alcohólicas sin ninguna restricción. 

La publicidad excesiva de las marcas de bebidas alcohólicas por parte de deportistas, actores y gente famosa, ha contribuido al consumo generalizado de personas de todas las edades, incluidos pre- adolescentes y adolescentes.

Es lamentable  la cantidad de muertes causadas por conductores de transportes de toda especie, que estando alcoholizados se ponen al frente de un vehículo o transporte público, sin tener conciencia del daño que se van a ocasionar ellos mismos y también a otras personas.

Hace unos días ví en la televisión el  caso terrible de un piloto de aviación que subió a pilotear alcoholizado y se llevó vidas inocentes al más allá, matándose 293 personas en un choque fatal.

En las carreteras mueren diariamente personas inocentes por atropellamiento o por accidentes de gente que conduce alcoholizada.  Hace dos años sucedió un atentado en Barcelona-España donde viví 7 años y me sobrecogí de horror y miedo al enterarme que en un sitio recreativo -donde estuve muchas veces- la gente acude a comer y beber en mesas al aire libre, un maldito loco alcoholizado se llevó por delante con un automóvil muchas vidas masacrándolas y dejándolas agonizantes en el pavimento.

El drama no termina ahí porque en nuestros tiempos actuales el consumo ha aumentado y más en chicos y chicas menores de edad.  

La actual pandemia del coronavirus ha restringido un poco las fiestas populosas -como los mal llamados botellones que se hacían en España- donde bebían indiscriminadamente en  las calles hasta altas horas de la madrugada.

Lo ideal sería que las bebidas alcohólicas fueran consideradas como drogas y prohibir su publicidad y además restringir su venta en cualquier lugar.

Si en tu hogar tienes un familiar con problemas de alcoholismo, lo peor que se puede hacer es despreciarlo y abandonarlo a su suerte, porque esta persona no sólo necesita ayuda de instituciones para combatir su vicio y sus problemas psicológicos, sino que necesita lo más importante: la comprensión, ayuda y amor de su familia para superar ésta enfermedad que está acabando con nuestra juventud que son el futuro de toda sociedad.

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