lunes, 4 de mayo de 2020

Cuento 5. Tercera Parte.

La velada en el casino duró toda la noche y al día siguiente aún continuaríamos en la isla para conocerla y hacer compras.

Octavo día de viaje:  Trasnochados desayunamos y bajamos dispuestos a conocer esta hermosa Isla.  Contratamos un taxi que en una hora y media nos hizo conocer todo.  La isla es muy pequeña pero tiene bellas edificaciones holandesas, parece que un pedacito de Holanda hubieran construido allí.  Las tiendas tenían ropa a la moda, zapatos y joyas exquisitas cuyos precios harían temblar cualquier presupuesto familiar.

Regresamos pasado el mediodía justo para nuestra última comida que fue la mejor de todo el viaje incluido el champán y postres variados y típicos de la repostería italiana.

La Isla de Curazao se encuentra muy cerca del Puerto de La Guaira en Venezuela y así por primera vez vi a lo lejos la que sería mi segunda patria en donde resido hace más de 40 años.

Al acercarnos al muelle un grupo de delfines nos daban la bienvenida y formaban  hileras flanqueando el enorme barco.  Si ese espectáculo marino hubiera sido preparado para una película no hubiera sido tan perfecto.

Ahora ya nos preparábamos para desembarcar, todo el mundo sacaba sus paquetes y equipaje de los camarotes, los marineros nos despedían con la mano y El Capitán de pie a la salida nos daba el último adiós.

Fue un viaje maravilloso y placentero, de esos recuerdos que marcan para toda la vida, pero teníamos que despertar de ese sueño y espabilarnos porque nos esperaba casi 2 horas de viaje hacia la capital Caracas, una ciudad hermosa, única y envidiable.

Al llegar a Caracas me quedé asombrada de la limpieza, el orden y urbanismo de esa moderna ciudad.  Muchos cantantes le han dedicado sus canciones a Caracas porque sus edificaciones, sus puentes al desnivel, sus enormes bloques de departamentos y el famoso Cerro El Avila que domina el paisaje caraqueño han impresionado agradablemente a propios y extraños.

Sus plazas con árboles frondosos  y las estatuas de Los Próceres de la Independencia nos recordaban que el más grande Libertador de América, Simón Bolívar, nació allí y entregó su vida para liberarnos no solo a Venezuela sino a 4 países más del dominio español.

Mirando hoy en retrospectiva de lo que fue no solo Caracas sino toda Venezuela donde la democracia y libertad de pensamiento y religión forjaban grandes personajes que hoy un gobierno comunista y represivo trata de desprestigiarlos tapando el sol de esperanza con un solo dedo de esas garras que han convertido éste que era un próspero país en uno de los más pobres de América del Sur, reduciéndonos a sus ciudadanos en simples vasallos  como si del tiempo de la Colonia avasallante y opresora se tratara.

Hemos retrocedido y con pesar miro hacia atrás esperando un nuevo amanecer libre de esbirros que con crueldad nos sublevan.

              F   I   N


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