Cuento 5. Viajando por El Caribe.


VIAJANDO   POR   EL   CARIBE

Había oído hablar de viajes en cruceros donde éstos tenían piscinas, cine, discotecas y hasta capilla para rezar pero otra cosa muy diferente es vivir 8 días viajando en un crucero así por El Caribe.

Embarqué en el bullicioso puerto de Guayaquil - Ecuador.  El gran barco estaba atracado sobre las aguas del río Guayas, entrañable lugar que me recuerda mi niñez y adolescencia cuando todos los años íbamos con mi familia a hacer las tradicionales compras navideñas.  La ciudad ecuatoriana más alegre nos recibía con sus grandes tiendas y calles llenas de color y luces.

El crucero era italiano, su nombre Rossini.  Mi primera impresión fue de asombro, nunca había visto un barco tan grande, espacioso y confortable.  Los italianos estaban tan bien organizados que  hasta para dirigir a los pasajeros a los camarotes contábamos con guías que hablaban nuestro idioma, además los programas de las actividades recreativas y el menú diario con los horarios del desayuno, almuerzo y cena venían detallados en pequeñas tarjetas que entregaban a los turistas en sus camarotes.

El día que tocábamos puerto en otro país avisaban con anticipación la hora de desembarque, el tiempo que duraríamos allí y la hora de regreso al barco.

Saliendo de Guayaquil, navegaríamos hacia tierras colombianas y conoceríamos Cartagena de Indias, continuaríamos hacia Panamá para bajar en el Puerto de Colón de Panamá, seguiríamos hacia Curazao, vistosa isla neerlandesa perteneciente a los países bajos y por último arribaríamos al  Puerto de La Guaira en Venezuela, mi segunda Patria.  (Continuará)...

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