Cuento 1: "La Hija Malvada". Cuarto Capítulo.
LA HIJA MALVADA
CUARTO CAPÍTULO
En esos años de mudanzas y viajes nuestra casa la convirtieron mi hija mayor y su padre en una residencia donde él metía cuanta prostituta se le cruzaba en el camino y ella administraba el negocio sin presentar cuentas del dinero que recibía.
En vista del desorden y corrupción que reinaba en esa casa, tuve que hacerle un poder a mi hija autorizándola para que sacara con la policía a cualquier mujer que quisiera instalarse como dueña. Pero esta acción sólo reforzó el poder de ella sobre el mío ya que me propuso sacar a su padre, me dijo lo mucho que le odiaba y que lo despojáramos de todo. Sin embargo mi nobleza no tiene límites, salí en defensa de él aclarándole que quien tenía que irse era ella porque premonitoriamente ya imaginaba que a mí también me echaría.
Como venganza a mi actitud en su contra, ella empezó a vender todos los muebles, los electrodomésticos y llenó sus arcas comprando parcelas y construyendo un anexo con todas las comodidades adonde llevó a vivir a su novio "chulo". Todo ésto a mis espaldas ya que yo residía en España y aún no regresaba a ese hogar que no representaba nada para mí y que insistía en hacer la partición de ese inmueble después de nuestro divorcio, pero éste señor nunca estuvo dispuesto a hacerlo.
Ya instalada en España y trabajando ayudé a mis otras dos hijas a salir de Venezuela, instalándolas en habitaciones cómodas, con celular y nevera llena de alimentos, sin contar con mis valiosos contactos que tenía en ese momento quienes les dieron trabajo y estabilidad.
A mi hijo que todavía estaba en ese país yo le enviaba dinero que nunca supe en qué los invirtió porque yo se los enviaba para sus estudios universitarios y él me pagó de la manera más decepcionante dejando su carrera a mitad de camino. Me quedé sin mis ahorros del trabajo que me costó hasta mi salud, brindándoles a todos mis hijos mi ayuda incondicional.
Antes de regresar le anuncié a mi hija malvada que volvería y me mandó un tétrico mensaje a mi celular, aún hoy que ya han pasado algunos años sigo leyendo mentalmente ese mensaje que decía así: "Si te atreves a regresar te mando a matar con unos sicarios". Los genes de su padre afloraban en sus malos sentimientos pues él dos veces ya me había amenazado de muerte y ahora nuestra primogénita lo emulaba, porque ella sabía que los atropellos y abusos que estaban cometiendo se acabarían y que ningún "chulo" iba a estar por encima de mis derechos y mi autoridad.
Me acuerdo de estos hechos y me dolerán hasta el dia que me muera, ésto no sana con ninguna terapia, ni dando perdón. No señores, uno de los mandamientos dice "honrar padre y madre", yo sí honré a los míos a pesar de tener serios problemas de convivencia con mi madre cuando viví con mis padres una temporada, pero nunca hubiera osado gritar, insultar y menos amenazar a la madre que me parió y me crió al cobijo de un hogar.
Y cuando digo insultar me acuerdo de otro mensaje anterior a la amenaza de muerte donde ella me deshonraba de la peor manera haciéndose eco de los insultos ofensivos que su padre me sigue dando hasta el presente.
Cuando recibí esa horrible amenaza ella estaba embarazada por primera vez, pero a mí no me iba a parar nadie para darle una lección, apresuré mi viaje y llegué a ese infernal hogar un día a medianoche.
No esperaba un buen recibimiento obviamente por el mensaje amenazante, pero si ustedes no han tenido enemigos en su vida, denle gracias a Dios, porque el dolor más grande que hay es que el ser que salió de tus entrañas, que pariste con dolores y que lo quisiste, pueda llegar a ser el peor enemigo que te desangra el corazón. (Continuará...)
Comentarios
Publicar un comentario
Por favor déjame tus comentarios para mejorar o cambiar positivamente mis historias y poemas. Gracias.