CUENTO 2
HERMANOS SIN SANGRE
TERCER CAPÍTULO
Pero lo peor vendría cuando ya estábamos todos entrando a la maduréz. Más de la mitad de mi vida la pasé lejos de todos ellos, quiero decir padres y hermanos y me alegro porque en ese transcurrir de esos tiempos supe de una pelea atroz entre mi hermana y el hermano mayor, donde delante de mis padres ella sacó una tijera y le amenazó a él con cortarle "las bolas" dicho así por ella, todo por defender a su hijita consentida que actualmente es tan demonia como ella. Desde ese día no se hablan y se odian a muerte.
Mis sobrinos que quedaron abandonados por mi hermano menor que es un irresponsable y desnaturalizado, quedaron al cuidado de mis padres, quienes les dieron los cuidados y el amor que no les dieron a sus hijos, y talvéz por esta razón creció en mi hermana y sus hijas una envidia enfermiza por esos muchachos a quienes echaba de ese hogar que no era el suyo cada vez que tenía la oportunidad - y era muy a menudo - hasta que hubo una gran discusión donde ella le golpeó salvajemente e insultó a mi sobrino, siendo este episodio el detonante para que un día ella primero y él después tomaran la decisión de irse atormentados de tanto desprecio y vejación dejando en la soledad a sus ancianos abuelos.
Así que fue mejor vivir apartada de hermanos venenosos que nada hubieran aportado a mi felicidad. El segundo de mis hermanos se hizo enemigo mio porque un día que la esposa de él y una amiga me invitaron a una fiesta y se nos hizo tarde, este hombre la llamaba a mi cuñada constantemente para que regresara interrumpiendo nuestra velada. Cuando regresamos a nuestras casas él amenazó con golpearlas a ella y su hija mayor, ella inmediatamente llamó a la policía y le puso una orden de restricción y ésta no era la primera vez por la forma violenta en la que reaccionaba. Y el señor es médico, ésto nos da una clara visión que para ser un caballero no necesitas estudios universitarios.
Esa misma noche que lo llevaron preso me llamó culpándome de ésa detención y ese odio nunca se acabó. En otra situación que a él no le incumbía me llamó "mala madre" y después ha sido indiferencia completa ya que en los últimos viajes que hice a mi país no me invitó a su casa ni a tomar un café.
Después de la muerte de mis padres empezó una interminable discusión para repartir la herencia del departamento donde ellos vivían, me convenció para que le enviara un Poder y recuperar todos los ahorros que mis hermanos saquearon a sus cuentas bancarias. Yo accedí sin imaginar que esa acción iría en contra de mis propios intereses pues en 2 años que duró el litigio me engañó haciéndome creer que me beneficiaría pero la realidad resultó ser otra. Él estaba sólo protegiendo su cuota de la herencia y terminó por proponerme una solución para que le entregara parte de mi herencia a cambio de recibir mi cuota en el menor tiempo.
Me sentí usada y manipulada sin alcanzar a comprender qué obscuras artimañas estaba usando para hacerme sentir como una ladrona que tiene que devolver su parte de la herencia, mientras los verdaderos ladrones eran perdonados por su apropiación indebida y se carcajeaban de haberse salido con la suya. Actualmente no nos tratamos y por ese lado ya este hermano también se perdió.
Y no se pierdan mis lectores el próximo capítulo donde les contaré el tiempo de terror y abandono que sufrí cuando me dejaron hasta sin cama los perversos hermanos sin sangre.
CONTINUARÁ...